Una sonrisa seductora al chico de mis ardientes deseos

En los pensamientos más secretos, reina una batalla omnipresente contra la avidez de cercanía íntima. El pensamiento omnipresente me llama con dulces provocaciones mientras me rebelo desesperadamente contra él. Sin embargo, los pensamientos de este frenesí frmden me hacen temblar aún más hasta que me someto y me retuerzo en después de la satisfacción extrema.

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